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LA FRANJA MARINA TENO-RASCA, PATRIMONIO DE BALLENAS DE EUROPA

Canary Islands / No location, March 9, 2022

Las Islas Canarias se consolidan como uno de los destinos mejor valorados del mundo para el avistamiento de cetáceos

La franja marina Teno-Rasca situada entre las costas de Tenerife y La Gomera ha sido declarada la primera zona Patrimonio de Ballenas de toda Europa con la certificación Responsible Watching, una distinción que otorga la Alianza Mundial de Cetáceos. 

Este reconocimiento pone en valor el recurso natural a nivel mundial de las costas del Archipiélago. Además, fomenta el respeto y la observación responsable de la biodiversidad de los delfines y ballenas convirtiendo a esta franja costera en un santuario para las especies, cuyo avistamiento se realiza de forma regulada y sostenible. 

En esta franja marina, vive durante todo el año una colonia de más de 500 calderones tropicales que se reparten en un área de 22 kilómetros entre el Faro de Rasca y la Punta de Teno. 

Y es que por las Islas Canarias pasan a lo largo de todo el año 26 de las más de 79 especies de cetáceos que habitan en todo el planeta, como delfines, orcas o ballenas azules. Además, esta gran cantidad de cetáceos y la excelente biodiversidad del entorno puede avistarse a tan solo veinte minutos de la costa durante todo el año gracias a la profundidad de sus aguas y a la bondad del clima del archipiélago, caracterizado por sus temperaturas primaverales, por lo que el avistamiento es un lujo que en Tenerife puede disfrutarse a diario.

Para Mercedes Reyes, bióloga y copresidenta de la Asociación de Empresarios para el Avistamiento y Conservación de Cetáceos de Tenerife (ACEST), ha sido fundamental contar con una legislación pionera en la protección del avistamiento de cetáceos, ya que el Cabildo de Tenerife decretó la Carta de Buenas Prácticas para esta actividad náutica. 

“En España los cetáceos están protegidos por ley, pero es que, además, en Tenerife tenemos un código de conducta pionero a nivel nacional para su avistamiento. De hecho, hay un barco oficial de vigilancia para esta actividad deportiva, ya que las embarcaciones que la realicen necesitan un permiso del Ministerio de Transición Ecológica para la observación de cetáceos”. 

Este código obliga a que respeten los turnos de avistamiento, porque los cetáceos tienen una zona de protección de 500 metros, dentro de la cual solo pueden estar 3 barcos, y en ningún caso pueden acercarse a menos de 60 metros de ellos. Es el espacio móvil de protección de cetáceos. Además, hay que disminuir la velocidad durante el avistamiento y situarse en paralelo a dónde estén nadando, no se puede maniobrar brusco ni cortarles el paso “y, por supuesto, no hay que tocarlos ni bañarse donde ellos estén”, remarca Mercedes Reyes, cuya empresa ha invertido en la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente con un barco ecológico en el que se ha eliminado el plástico a bordo. “El turista que viene a ver cetáceos quiere saber, se informa y respeta, porque”, agrega, “son personas que tienen muy despierta la conciencia del cuidado del medioambiente”. 

“No conozco a nadie que regrese de una excursión para avistar cetáceos sin una gran sonrisa y con el corazón colmado de felicidad. Cuando salimos al mar a verlos tenemos que ser conscientes”, en palabras de Mercedes Reyes, “de que estamos entrando en su mundo, en su hábitat, por eso la única forma de hacerlo es respetando a estos mamíferos que tanto tienen que ver con nosotros y cuya observación nos reconcilia con el milagro de la vida”, asegura la también directora de la empresa Whale Wise Ecoturs. 

“Estamos yendo a su casa, que es el mar”, remarca Chloé Yzoard, bióloga investigadora del Departamento de Bioecomac de la Universidad de La Laguna. “Al acercarnos a los cetáceos, que comparten tanto con nosotros, porque son mamíferos también, uno entra en su hábitat y observa su forma de relacionarse”. 

La riqueza de las aguas de las Islas Canarias, con 1.500 kilómetros de costa en sus ocho islas, es mucho más importante por la presencia de estos cetáceos, ya que, tal y como aclara la investigadora de la Universidad de La Laguna, “que haya un número tan alto de cetáceos en nuestros mares avala el buen estado de salud del océano que nos rodea, porque estos mamíferos son carnívoros y solo se alimentan cuando hay garantía de un ambiente saludable, lo que indica que allí donde estén es una zona marítima bien conservada”, asegura Yzoard. De ahí que la certificación concedida por WHC destaque la gran riqueza de la biodiversidad marina de la franja entre Tenerife y La Gomera, así como la gran cantidad de especies que se encuentran en esta zona entre Faro de Rasca y Punta de Teno. 

La observación sostenible de cetáceos se une así al sinfín de atractivos turísticos que posee la isla canaria de Tenerife que, con más de 67,14 kilométricos de costa permite a las 60 embarcaciones autorizadas a salir a observar a estos mamíferos extraordinarios encontrándolos “en apenas quince minutos y a velocidad media”, asegura Mirna Piñero Mesa, codirectora de ACEST y presidenta de Calderones de Canarias, que lleva más de una década con el proyecto de foto identificación de la población residente de calderones de Tenerife con más de 500 animales reconocidos con sus propios nombres. “ 

El avistamiento sostenible de cetáceos se realiza en las Islas Canarias desde la década de 1990, cuando se inició una actividad que puede disfrutarse de forma individual en las embarcaciones reservando la excursión con empresas como Whale Wise Ecoturs.