Las islas ofrecen otra Navidad con sus tradiciones culturales ancestrales en pueblos y municipios, con las noches de fiesta en sus ciudades o con baños en la playa que reúnen a cientos de personas para recibir el Año Nuevo 

La puerta hacia unas Navidades entrañables se abre en las Islas Canarias con sus paseos tranquilos, alejados del estrés de las compras, con sus tradiciones culturales ancestrales en pueblos y municipios o con baños en la playa que reúnen a cientos de personas para recibir el Año Nuevo. En Nochebuena, Fin de Año y el Día de Reyes la magia de las luces, los conciertos, los bailes típicos y la dulzura de la gastronomía canaria de estas fechas llena de sol y alegría cualquier paseo. 

De las islas se dice que tienen el mejor clima del mundo, y no solo es por su temperatura, entre 21 y 28 grados durante todo el año. También es por el calor de hogar de sus habitantes y su entusiasmo por vivir, disfrutar de las vacaciones y la cultura al aire libre de estas fechas. 

Viajar a Canarias en Navidades es bastante sencillo, ya que la combinación de vuelos entre las islas del archipiélago y la península y Europa es muy buena. En sólo tres horas las nubes y la nieve desaparecen y un sol radiante tiñe de oro, manga corta y sandalias todas las propuestas para disfrutar de estas fechas entrañables. El descanso preside las salidas, ya que el archipiélago se caracteriza también por la vida lenta y el disfrute del momento, sin colas ni agobios. 

El cuento de Navidades comienza sin abrigos, con vistas al mar, a las monumentales montañas, a bosques de la Era Terciaria o pueblos donde los vecinos se saludan por sus nombres o ciudades con luces y las fiestas nocturnas para amantes de la noche. 

El encendido de la iluminación navideña es espectacular en la Ciudad de La Laguna, por ejemplo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son también Patrimonio de la Humanidad el Parque Nacional de El Teide, en Tenerife; el Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera y el Silbo Gomero. Este último se puede disfrutar en la mayoría de las celebraciones de esta isla, ya que preside los actos como una forma de comunicación única entre los gomeros desde la época aborigen que se ha mantenido hasta hoy en día. 

Además, el encendido de luces de Navidad en Moya, Gran Canaria, es todo un espectáculo en esta villa adoquinada. En ella se puede recorrer también el sendero de la Reserva Natural Especial de los Tilos de Moya y sentir la vida con la humedad y la belleza de su naturaleza. 

Las Islas Canarias son un paraíso para el senderismo, que se puede practicar también en estas fiestas navideñas por las bondades de su clima, con guías adecuados. En el archipiélago la UNESCO ha reconocido como Reserva de la Biosfera a las islas de La Palma, La Gomera, Lanzarote y más de la mitad de Gran Canaria. Asimismo, la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos comprende 146 espacios que tienen algún grado de protección medioambiental.

Los belenes y nacimientos son también actividades que llaman a la celebración de las Fiestas Navideñas casi a comienzos de diciembre, ya que cada localidad y cada pueblo canario se esmera en la decoración. Único en el mundo es el Belén de Arena de la Playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. En él se pueden descubrir esculturas de arena de artistas internacionales que se desplazan hasta Gran Canaria para participar de este arte efímero y desafiante. 

El belén tradicional del pueblo de Yaiza, en Lanzarote, es un clásico y una obra de arte. Este belén cuenta, además de con las escenas habituales del nacimiento, con la representación de viviendas tradicionales a escala, y de lugares emblemáticos de la isla como las Salinas de Janubio, la Montaña del Fuego, La Geria o el Mirador del Río, diseñado por el artista internacional César Manrique.

Muy original, sin duda, es el árbol de Navidad del pueblo de Tiñor, en Valverde, El Hierro.  De hecho,  podría ser uno de los más singulares en el archipiélago debido a su minuciosa elaboración mediante tunos y tuneras.

Además, las islas son el lugar perfecto para el desafiante baño para recibir el 1 de enero. En la Playa de Las Canteras ya es tradición y se reúnen cientos de personas para compartir este chapuzón a buena temperatura que renueva cuerpo y mente para el año que entra. En Canarias hay más de 500 playas de todos los tipos y colores para recibir el Año Nuevo, o simplemente el día y la vida. 

Todo el mes de diciembre es una celebración en las Islas Canarias con los bailes de la tradición cristiana homenaje al nacimiento del Niño Jesús. Así sucede en Agaete, Gran Canaria, donde se denomina Lucero de Madrugá, o Santa Cruz de La Palma, con los Divinos. Comienzan 9 días antes para conmemorar con ello los nueve meses de gestación de María y culminan la noche del 24 de diciembre, en la denominada Misa del Gallo. Estos luceros se ven acompañados por los vecinos en las calles gracias a su música tradicional canaria y a su espíritu de celebración. El Baile del Niño aún se mantiene en zonas de Tenerife, como en las iglesias de los pueblos de La Matanza y en el Ravelo, en el Sauzal. 

Agüimes, en Gran Canaria, posee el Auto de Reyes más multitudinario de las islas, llegando a congregar a más de 300 participantes en la escenificación de la llegada de los Reyes Magos con regalos para el ñiño Jesús el día 5 de enero. Todo ello acompañado de tambores, flautas, panderetas, castañuelas y panderos para bailar y cantar al ritmo de tajaraste.

En Tejina, también en Tenerife, es muy conocido el Auto de Reyes, que convoca a muchos amantes de las fiestas con sus representación y sus cantos. Por su parte, Agüimes, en Gran Canaria, posee el Auto de Reyes más multitudinario de las islas llegando a congregar a más de 300 participantes en la escenificación. También en Betancuria, en Fuerteventura, se escenifica un Auto de Reyes muy popular.

Los grupos de Ranchos de Pascua surgen en Canarias en el siglo XVI y se mantienen hasta hoy en día. Interpretan cantos por la calle  acompañados de sonidos de instrumentos de cuerda, triángulos, espadas, sonajas, castañuelas, timples y panderos, y durante las navidades llenan de música también las iglesias en Nochebuena y también para Año Nuevo y Reyes. Surgieron para pedir limosna en Canarias para que los muertos no se quedaran en el Purgatorio. Se conservan entre otros el Rancho de Ánimas de Teguise (Lanzarote), que es uno de los más antiguos de Canarias. De hecho, se tienen noticias sobre su Navidad desde el siglo XVI. También el de Valsequillo, en Gran Canaria, que es muy tradicional y el más sólido de las Islas por su continuidad en el tiempo. 

Y como en todo buen cuento navideño, en las Islas Canarias no falta la dulzura para llegar a un final feliz. La dulzura de unas islas cálidas y abrazos abiertos al mar, de su gastronomía tradicional de estas fiestas. 

Cada isla tiene sus costumbres navideñas y sus propios postres y dulces. Las rapaduras y marquesotes de La Palma, las quesadillas en El Hierro, las tortas de La Gomera o los pasteles del Puerto de la Cruz, en Tenerife. Pero por encima de todos, el postre estrella y preferido de todos los hogares canarios en Navidad son las truchas de batata. Unas empanadillas de hojaldre rellenas de batata y almendra, aunque también existen variedades con cabello de ángel o, incluso, crema o chocolate.